Mi ciudad

 

 

Está cambiando, me sorprendo, a veces me irrito, e incluso me violenta, y cuando miro sin desear….

Veo que en el fondo es lo que deseo….

Tantas veces hemos hablado de mejoras para ella, de como otras ciudades habían conseguido embellecerse, de como era caminar por ellas, tenían sus zonas verdes, tantas veces he criticado su cemento, he añorado paseos frescos a la orilla del río, no entendía porque teniendo el mejor de los ríos de la península, estábamos de espaldas a él, la ciudad me agobiaba, necesitaba salir de ella, huir para respirar verde y aire limpio.

Y ahora?

Ahora que «casi» se está consiguiendo…. el pensamiento se va a la crítica del «como» y el «porque»

Como me sorprendo a mi misma observando «las» «mis» reacciones,

Hace muchos años (ya puedo decir eso) no sé donde escuche o leí una especie de poema que decía así:

No quiero que te vayas, ni que te quedes,

Ni que me dejes sola, ni que me lleves,

Quiero tan solo, y no quiero nada,

Lo quiero todo.

No sé…. algo así, tendré que mirar de quien es, aunque me suena a algo del misticismo.

Pero es verdad, la condición del ser humano es esa, la inconsciencia del «quiero» y en ese quiero vamos creando la realidad, pero como casi siempre lo hacemos criticando o «cabreados» claro!! así nos va, los medios no nos gustan o no nos importan, solo queremos, y así «creamos»

Intentaré cuando pasee por la ribera, poner mi atención en el disfrute, en el gozo de poder sentir el río, y no dejarme atrapar por el enfado del dinero gastado, ni el ruido soportado, quizás así, la próxima vez que desee algo, se me dará de otra manera.

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